A nuestro muy querido y venerado monje de Samos, ya sabemos un dato más: realmente sus predicas son alimento para nuestras almas. Su piedad y sabiduría nos ayudan a amar a Dios y vivir mejor nuestra vocación. Por favor no nos deje. Por favor ayúdenos a seguir a Cristo, hablándonos de El, de sus bondad y amor. Por favor... se lo ruego.
A nuestro muy querido y venerado monje de Samos, ya sabemos un dato más: realmente sus predicas son alimento para nuestras almas. Su piedad y sabiduría nos ayudan a amar a Dios y vivir mejor nuestra vocación. Por favor no nos deje.
ResponderEliminarPor favor ayúdenos a seguir a Cristo, hablándonos de El, de sus bondad y amor. Por favor... se lo ruego.