sábado, 22 de marzo de 2014

Una Meditación y una Bendición

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta meditación, que me hace replantearme ciertas actitudes que sin darme cuenta me iban arrastrando por caminos que no son positivos.
    Amelia

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    1. Muchas gracias, Amelia. Hay algo de lo que me he dado cuenta: efectivamente, comenzamos por pensar mal; luego, hablamos mal; por fin actuamos mal; nuestras malas acciones se convierten en hábitos; poco a poco estos hábitos malos deforman nuestro carácter. Y, lo que es peor es que, con el tiempo, así se configura nuestro destino en la tierra y, tal vez, el eterno. Por eso es tan importante romper la dinámica del mal en nosotros. Comienza por nada, y termina en la ruina completa. ¿Cómo comenzaría el hijo pródigo a maquinar su marcha de la casa del padre? Un abrazo desde Santa Otilia

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