domingo, 26 de abril de 2015

La Iglesia es en Cristo señal de unión con Dios

Por ser Cristo luz de las gentes, este sagrado Concilio, reunido bajo la inspiración del Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con su claridad, que resplandece sobre la faz de la Iglesia, anunciando el evangelio a toda la creación. Y como la Iglesia es en Cristo como un sacramento o señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano, insistiendo en el ejemplo de los concilios anteriores, se propone declarar con mayor precisión a su fieles y a todo el mundo su naturaleza y su misión universal. Las condiciones de estos tiempos añaden a este deber de la Iglesia una mayor urgencia, para que todos los hombres, unidos hoy más íntimamente con toda clase de relaciones sociales, técnicas y culturales, consigan también la plena unidad en Cristo.

El Padre eterno creó el mundo universo por un libérrimo y misterioso designio de su sabiduría y de su bondad, decretó elevar a los hombres a la participación de la vida divina y, caídos por el pecado de Adán, no los abandonó, dispensándoles siempre su apoyo en atención a Cristo redentor, que es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura. A todos los elegidos desde toda la eternidad, el Padre los predestinó a ser imagen de su Hijo para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. Determinó convocar a los creyentes en Cristo en la santa Iglesia, que prefigurada ya desde el origen del mundo, preparada admirablemente en la historia del pueblo de Israel y en el antiguo Testamento, constituida en los últimos tiempos, fue manifestada por la efusión del Espíritu Santo, y se perfeccionará gloriosamente al fin de los tiempos. Entonces, como se lee en los santos Padres, todos los justos descendientes de Adán, desde Abel el justo hasta el último elegido, se congregarán ante el Padre en una Iglesia universal.

Vino, pues, el Hijo, enviado por el Padre, que nos eligió en él antes de crear el mundo y nos destinó a ser hijos adoptivos, porque en él proyectó recapitular todas las cosas. Cristo, pues, en cumplimiento de la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el reino de los cielos, nos reveló su misterio y efectuó la redención con su obediencia. La Iglesia, o reino de Cristo, presente ya en el misterio, crece visiblemente en el mundo por el poder de Dios. Comienzo y expansión significados por la sangre y el agua que manan del costado abierto de Cristo crucificado, y preanunciados por las palabras de Cristo sobre su muerte en la cruz: Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. Cuantas veces se renueva sobre el altar el sacrificio de la cruz, en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado, se efectúa la obra de nuestra redención. Al propio tiempo, en el sacramento del pan eucarístico se representa y se reproduce la unidad de los fieles, que constituyen un solo cuerpo en Cristo. Todos los hombres son llamados a esta unión con Cristo, luz del mundo, de quien procedemos, por quien vivimos y hacia quien caminamos.

Constitución dogmática Lumen gentium
Concilio Vaticano II (Núms 1-3)

1 comentario:

  1. Soy Miguel Angel "..de Zaragoza" el amigo y compañero de Pedro V. tu fiel seguidor y que gracias a el te sigo yo tambien desde el anonimato y rezando de vez en cuando por todos vosotros viejos conocidos desde los tiempos Silenses y de vuestras visicitudes..Hoy,excepcionalente me identifico y te felicito la Pascua pues quiero que no te sientas solo humanamente en tu trabajo.Gracias.

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